La aventura de dos chicos y su EeF. Simplemente nuestro día a día.

En este blog cuando hablamos de EeF hacemos referencia a Educación/Enseñanza/Escolarización en Familia.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Dislexia 2

Este post es un seguimiento a mi primer post sobre mis pensamientos referentes a la dislexia y la EeF.

Entre los expertos existe aún mucha controversia sobre los orígenes de la dislexia y del qué es realmente esta dislexia. Así que yo en estos posts modestos de mi bloguecillo no voy a empezar a decir qué es ni cómo se define exactamente esta dislexia. Sino que solamente os quiero explicar nuestra experiencia con ella y mi manera personal de interpretarla. Lo que expongo no es una verdad absoluta, ni pretende serla, solo son mis pensamientos relacionándolos con la EeF, por si le son de ayuda a alguien.

Me gusta bastante la breve explicación que da la Wikipedia sobre la dislexia, pero si queremos entender realmente lo que es la dislexia recomendaría mucho el libro de Maryanna Wolf: ¿Cómo aprendemos a leer?. Fue un libro que a mi me explicó muchísimas cosas que pasaban con mi hijo y me tranquilizó bastante. Cosa que ya mencioné una vez en este otro larguíiiiiisimo post ;).

Otra cosa muy interesante creo, para entender la dislexia es la teoría de Gardner de las inteligencias múltiples.
Según esta teoría todos tenemos aptitudes para diferentes inteligencias y realmente no hay unos "inferiores" a otros. Aunque nuestra sociedad de hoy en día nos lo quiere hacer creer.

Cada niño nace con ciertas aptitudes. Sean para una o varias de las inteligencias de las que habla Gardner y normalmente están intercalados. Es curioso como la gente no tiene problemas de aceptar que uno nace con el pelo moreno y otro con el pelo rubio, pero por otro lado no estamos tan dispuestos a creer que podemos nacer con un cerebro preparado diferentemente a otro, mientras que el cerebro es el órgano más complejo que tenemos.

Por otra parte también creo que negar la existencia de la dislexia como diferencia innata, o cualquier otro problema de aprendizaje como la disgrafía, la dislalia, la discalculia o la dis- que sea.... es como negar la existencia innata de zurdos y diestros, es como negar que podemos tener cerebros diferentes que puedan funcionar de manera diferente. Es como creer que estemos hechos en una cinta de montaje, todos igualitos, todos con las mismas piezas.

Por lo contrario yo soy de las que creen que la naturaleza es muy sabia y sabe de sobras que necesita justamente estas piezas diferentes, estas inteligencias diferentes, y estas personas hechas tan diferentes, para que trabajen conjuntamente, cada uno con sus habilidades y talentos, para seguir adelante con este mundo.

Es muy gratificante en nuestro mundo de hoy día, cuando tu hijo nace con altas capacidades para las inteligencias lingüísticas o lógica-matemáticas, las 2 inteligencias más apreciadas en nuestra sociedad. Pero ya no es tan divertido, o tan fácil, cuando nace con altas capacidades corporales,  musicales o naturalistas y tiene bajas capacidades lingüísticas o matemáticas. Por mucho que uno respete, acepta y quiere a su hijo como a la vida misma, la presión social es muy grande.

La gran mayoría no parece tener problemas al aceptar de que si mi hijo no es gran cantante, no es porque le he forzado a cantar demasiado pronto o porque no le he dejado cantar lo suficiente. Si mi hijo no es gran corredor tampoco es porque no le he dejado correr lo suficiente o porque le he forzado a correr demasiado pronto o porque no he tenido la suficiente paciencia para esperar hasta que fuera gran cantante o corredor. Simplemente se acepta que cantar no es lo suyo ni correr tampoco. Hay niños que cantan muy bien y otros que no, hay niños que corren muy rápidos y otros que no. Tan sencillo es.

Pero con la lectura pasa algo diferente. Si a mi hijo le cuesta leer, de repente salen voces diciendo que debe de ser porque le he forzado a leer demasiado pronto, otros dicen que debe de ser porque justamente NO he empezado a estimularle lo suficientemente pronto y un tercer grupo dice que no he tenido la suficiente paciencia para esperar hasta que mi hijo arranque a leer como los demás lectores.

¿¿¿Entonces, qué hago???? ¿Empiezo pronto? ¿Empiezo "cuando toca" (o cuando se supone que "toca")? ¿Empiezo tarde?
¿Porque simplemente no se puede aceptar de que leer no es lo suyo?  Igual que el canto o correr no es lo suyo de otros niños, por mucho que yo empiece pronto, "cuando toca" o tarde. Que por cierto, mi hijo pequeño es un gran cantante y un gran corredor!

continuará........................


14 comentarios:

Silvia dijo...

Me encanta como escribes, gracias por compartir tu talento y conversar con otras personas desde tu experiencia y tu sabiduría.
Prefiero tu humilde blog que las páginas y páginas de expertos que no han pasado ni un minuto con los niños.

Sí, mi hija mayor tiene una coordinación fascinante, y fíjate, es muy poética y tiene una empatía y capacidad de hacer a otros sentir bien muy grande, y el dibujo se le dá bien, pero a pesar de que el arte sí es valorado, volvemos a la misma matraca de siempre... si un niño no es bueno en las dos inteligencias tradicionales, al menos por todo el tiempo que dura la escuela, los dibujitos son muy monos, salta muy graciosa, pero como que no impresiona tanto como un niño leyendo a los cuatro o cinco años, ¿verdad?

Eva dijo...

Ay Marvan, se me ha borrado el comentario... no importa, era un poco largo para repetirme, pero te daba las gracias por tu estupenda reflexión, creo que tienes mucha razón.

En los últimos tiempos estoy sintiéndome culpable, como bien dices, por no haber empezado antes con la lectoescritura, otras veces me fustigo pensando que debería dejarlo en paz y esperar a que él esté listo... tengo un batiburrillo de lo más tonto en la cabeza.

Y tienes toda la razón, porque con otras materias (por ejemplo las matemáticas) no me preocupo de nada y sin embargo allí va a un ritmo estupendo... pues oye, está claro que su capacidad es distinta ¿qué quieres que te diga?

Lo malo es que aunque nosotras queramos saber esto los demás nos van a seguir señalando con el dedo...

PrissGonzalez dijo...

Estoy totalmente de acuerdo contigo en que mucho del verdadero problema de estas "deficiencias" radica en lo que nuestra sociedad considera como valioso o insignificante. Buenísimo el ejemplo que usas del niño que canta o corre... tan simple como eso. Y sin embargo, sí creo que al obligar a un niño a aprender una disciplina (cualquiera: leer, escribir, cantar, o hacer algún deporte), sí puedes ocasionarle una aversión o una atrofia. Pero bueno, yo no quiero decir lo que pienso yo, ¡quiero saber qué más piensas tú y qué hay que hacer con estos niños!!!

Marvan dijo...

Gracias a las tres por sus comentarios.

Silvia, me haces ponerme roja jajaja. Y creo que has resumido muy bien la esencia de lo que quería decir ;).

Eva, qué rabia da esto cuando se borra un comentario grrrrr, lo sé ;). Las vecinas siempre señalarán con el dedo hagamos lo que hagamos. Hay gente que simplemente les gusta esto. Y con la EeF tienen el argumento perfecto y esta es nuestra debilidad: "claro, cómo va a aprender bien el niño si no va al cole"!!!

Marvan dijo...

ups, Priss, se me fué el comentario antes de decirte algo jejeje.

Creo que estamos de acuerdo completamente Priss, quizás no me he expresado bien. Este medio es tan seco y las palabras según que una las escribe y según el otro las lee, pueden llegar de forma distinta y ser malinterpretados.
Yo también creo que OBLIGAR a un niño a un niño a aprender lo que sea cuando no es lo suyo, puede provocar que lo odia. Si un niño no es buen corredor y le obligan a apuntarse a carreras de corres, probablemente lo odiará. Lo mismo con la música (cosa que a veces pasa, hay muchos niños apuntados a academias de música que acaban odiando la música). Pero con estas disciplinas (que no sean mates o lectura) se suele aceptar más aquello de "no es lo suyo"
Y claro que si se OBLIGA a la lectura demasiado pronto o cuando no está preparado, puede llegar a odiarlo. Pero hay una gradación entre OBLIGAR y "esperar a que ya vendrá el interés" y allí es donde voy yo (espero poner cosas sobre esto en próximas entregas).
Una cosa es obligar y machacar, que está claro que no llega a ningún sitio (o llega al sitio contrario) y otra cosa es no hacer nada y estar esperando a que venga este "interés" cosa que tampoco llegará a ningún sitio desde mi punto de vista.
Se puede animar al niño, ayudarle, guiarle, estimularle, incentivarle, y muchas más cosas para conseguir que haga sus pequeños pasitos, pero los tienen que hacer.
Espero que ahora me he expresado mejor.

Silvia dijo...

Eva, no recuerdo la edad de tu hijo. Mi niña mayor acaba de hacer siete.
No te apures, no creo que sea muy tarde para reconsiderar la lectoescritura.
Para mí esto ha sido y es un poco aun motivo de dudas y análisis, aunque cada día lo llevo mejor.
A mi hija no se le dan las matemáticas. Para mí esta es el área donde no he apretado pero sí, de modo suave he pedido una constancia, y veo resultados. Pero siempre busco modos mejores y más agradables, aunque hay días que hay lo que hay y aún así le pido que cumpla. Sé que por interés propio llegará a buen aprendizaje, pero estoy con Marleen, no lo dejo todo al interés, creo que hay valor en la constancia, incluso si no enseña gran contenido enseña un hábito en la vida. Pero no le pedí nada hasta los seis años, respetando sus ciclos, y haciéndolo todo más unschooling. Ahora y desde hace un año, sí hemos tenido al menos diez minutos casi diarios de matemáticas, y noto una diferencia. Si uno por ejemplo cree importante que su hijo toque un instrumento, incluso aunque no vaya a ser un Mozart, sólo porque hacer música es algo bello y valioso que nos ayuda a apreciar la música en otros más y nos dá una válvula de escape y riqueza interior... voy a esperar a que tenga interés, pero también voy a considerar clases alrededor de los siete u ocho, quizá antes, está bien, siempre entre la línea de la obligación despiadada y la dejadez absoluta... todos estamos en medio, un poco más hacia aquí o hacia allá, dependiendo de nuestros valores, del niño, del momento... que esto cambia, pero siempre hay que considerarlo.

Ahora está por fin despuntando mejor en lectura, pero tampoco es de las que le entusiasma leer si se 'lo pido yo'o por sí sola, pero está bien, estoy tranquila.

Como dice Marlen, no estoy de acuerdo en obligar pero busco ese punto entre no forzar ad nausea y no hacer nada.

Tranquila por eso, si ahora sientes que debes meter un poquito de energía y empuje en la lectoescritura, adelante, posiblemente estás en lo correcto. No gastes energía en sentirte mal, actúa y prueba algo diferente, enfócate en lo positivo (te lo dice por experiencia una experta en el mea culpa, ja ja ja).

A mí, el persistir, el tener una constancia, el no dejarlo todo a su interés pero sugerir con gentileza, modelar, explicar y esperar diez minutos de lectura, una línea leída por ella aquí, una palabra allá, práctica de caligrafía... todo eso veo ahora los frutos.

Es un debate diario, porque a momentos he sentido que se agobiaba y entonces he parado, claro, otros he visto que está dando resultados, que por fin comienza un hábito, y que mi hija lo aprecia porque ahora es capaz de leer suelta si así lo escoge.

Silvia dijo...

Al igual con libros que en un principio no eran su alimento favorito, yo he apostado por ellos, no los he dejado por parecer difíciles o aburridos, y ahora comienzan a ser entrañables... pero esto es donde reside nuestra individualidad, sólo una como madre sabe qué tanto apretar y qué tanto dar cuerda, y este es el MEOLLO de la educación en casa. Hay otros que no se 'obligan' a leer determinados libros o practicar determinadas asignaturas, quizá se 'obligan' a otras cosas, o a nada. Y los respeto pero no comparto opinión. Quizá es por dónde vivimos o la personalidad de las hijas. Me explico. Conozco personas que viven en granjas donde todo es una experiencia de aprendizaje, no hay tentación de tele o compu en EXCESO, y hay niños, mi amiga Marina tiene una, que está todo el día envuelta en cosas y en lectura POR SÍ MISMA, no le hace falta empujón en especial, si bien su madre también está ahí guiando, eh.

Ah, y sin apuros, que tampoco los estropeas. Los niños son muy duros, a veces se nos olvida esto, ellos reciben el amor y dedicación con gusto, y perdonan nuestras insistencias o nuestra falta de atención porque saben que estamos aprendiendo con ellos la mejor manera de educarlos, pero según crecen van comprendiendo el valor de la constancia, incluso en aquello que a primera vista no parece ser ni de interés ni de utilidad. Nunca olvidaré que un profesor fabuloso del instituto nos dijo que tomáramos apuntes, incluso si tirábamos los papeles al salir de la clase. El ejercicio de tratar de sintetizar y escribir lo importante de lo escuchado era valioso en sí mismo.

Por ejemplo, yo he apostado por la narración, creo en ella e insisto, y como dice Stephanie y CM, aunque en principio pueda ser que no guste en particular, o haya momentos en que los niños la rechacen, busca medios originales pero no tires la idea a la basura... y te digo que es asombroso, FUNCIONA, y me parece muy digno, porque el conocimiento es apropiado de veras por ellos cuando narran, en vez de visto y olvidado, u oído de nosotros como quien oye llover, y eso les da un gusto y dijéramos unas alas que todo niño valora mucho. Les vá dando un paradigma y un esqueleto en el que comprender y disfrutar del mundo.

Espero tu siguiente entrada, Marleen, y me disculpo por mis comentarios tan largos.

Marvan dijo...

Silvia, nada de disculparse, todas las opiniones sirven para poder entender el todo.

PrissGonzalez dijo...

Es verdad Silvia, y quisiera pedirte que por favor escribas un post sobre esto, porque como dices, todos estamos entre los extremos de la obligación y la dejadez, pero es taaaan difícil mantener el equilibrio y no hacerte de un lado o del otro. Mis hijos están muy pequeños todavía y es por eso que me encanta leer de ustedes, que ya llevan un buen camino adelante de mí. Deveras considéralo, Sil, tal vez algo así como "qué tanto lo dejo" o "qué tanto le exijo", no sé. Me encantó eso de la constancia como valiosa en sí misma... no sé, hay tanto por considerar!! Un beso!

PrissGonzalez dijo...

Me encantó tu última explicación, Mar... y como le digo a Silvia, este tema me tiene muy atenta ahorita, así que todo lo que tengan para compartir, será muy bienvenido. Aquí estoy, esperando tu tercera parte.

Eva dijo...

Jolín Silvia, mil gracias por tu extensa explicación de tu proceso con tu hija mayor, me ha servido de mucho.

Realmente puedo decirte que estoy al 100% con todo lo que expones.

El año pasado no conocía nada de CM y comencé a aprender algo leyendo tu blog. Nosotros seguimos el mètodo personal de ir observando lo que necesitamos, pero curiosamente es muy muy similar a lo que dice CM, creo que ya te lo dije alguna vez.

No conocía la denominación de libros vivos, pero yo siempre ando buscando libros "buenos" para niños, que nos aporten muchas cosas. En esta línea he leído hace poco uno por casualidad que ha sido un magnífico regalo para él y para mí, hablé en mi blog de él, es Benezén es pescador, tal vez te guste.

Lo de las narraciones tampoco lo hacía de forma consciente pero lo que hacemos siempre es que le digo que le cuente a papá las cosas que hemos descubierto, o a la yaya, y sí que veo que le encanta y le queda mucho más grabado.

David tiene seis años, recién hemos empezado también a preocuparnos de temas académicos, con las matemáticas no tenemos problemas, pero la lectura no le interesa y tiene algo de manía, no tanto la escritura, que poco, pero algo va escribiendo por su cuenta e interés.

A ver si yo hago también las entradas que tengo pendientes sobre las matemáticas y la lectura en mi blog.

Mil gracias de nuevo por todo lo que compartes.

Zinnia Muñoz dijo...

Yo también espero con ansias el próximo post sobre el tema... Tengo un interés particular y muy mono en esto ;) Casi ni leo el post, de no ser por Silvia... He tenido muuchas cosas estos días y seguirán así, espero no perdérmelo. Tengo tambien ganas de hacer un post sobre ello, más aun luego de la venida de Alan Thomas y Harriet Patison...
Un abrazo

Zinnia Muñoz dijo...

Y el de suscribirme ;)

Laura dijo...

me encanta cuando se exponen los temas más intrincados de una manera sencilla y clara, que te invita a seguir leyendo y a aprender.
me encantó el ejemplo de los nenes corredores o cantantes!! Es que es una gran verdad Marvan! no se me había ocurrido pensar en eso. Y la verdad es que (como otras tantas veces) me ayudaste a hacer conciencia de que tiendo a sobrevaluar las dos inteligencias populares... sí, y yo que soy músico!!! Voy a estar más atenta al respecto con las nenas.
Jaja!!! como ya escribiste 5 partes, me pasa a la siguiente ;)

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