Hace un par de días teníamos un amiguito en casa que tiene más o menos los mismos intereses que mis hijos y sabían que después del verano habían ampliado sus colecciones respectivas y podía haber nueva mercancía para el intercambio.
Estuvieron mucho tiempo intercambiando y creo que aprendieron muchísimas cosas:
- El valor relativo de las cosas: algo caro no tiene porqué ser algo valioso. Algo que a uno le interesa un montón a otro puede que no le interesa nada de nada. Hay objetos con un valor sentimental que no se cambian nunca: objetos heredados de abuelos o regalos de amigos.
- el comercio y el intercambio justo: no vale aprovecharse del otro, no vale mentir sobre el valor de algún objeto, hay que hacer cambios justos.
- la capacidad de persuasión: explicarle al otro cuánto te gustaría aquello, conseguir el cambio deseado pero justo, y explicarle el valor de tus propios objetos…
- el saber esperar hasta que alguna de las partes consigue un objeto duplicado para después sí poder hacer aquel cambio tan deseado.
- saber vivir después con un cambio que visto más tarde no te pareció tan ideal, lo que se cambió, se cambió para siempre…… y saber sobreponerse a la frustración de aquel cambio tan deseado que no se pudo hacer.
- saber que siempre habrá algo más para desear y que nunca se tendrá todo lo deseado. Hay que estar contento con lo que uno tiene.
Un montón de aprendizajes de la vida misma que no se encuentran en ningún libro.
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