A mi hijo mayor le cuesta mucho ver las cosas por el lado positivo. Suele mirar la vida a través de unas gafas negras: nada sale bien, todo sale mal, nadie me quiere, nunca puedo, siempre tengo que, nunca me dejas ....... etc. Para frenar un poco esta actitud y ayudarle a ver el lado positivo de la vida llevamos desde hace poco un "diario positivo".
Cada noche nos sentamos en la cama y pensamos en todas las cosas bonitas y divertidas que hemos hecho. Me dice una o dos cosas por las que quiere dar las gracias o por las que ha estado contento o feliz este dia y yo los apunto en una libreta: su diario positivo. Lo apunto yo porque no le gusta mucho escribir y así sigue siendo un momento agradable de recordar lo bonito del dia.
Quizás de mayor coge la costumbre de guardar su propio diario donde apunta los "pequeños milagros" de cada dia. Al menos es una forma relajada para acabar el dia y poder irse a dormir con pensamientos positivos. En algún momento difícil ya hemos vuelto a leer el diario y nos hemos dado cuenta de la cantidad de cosas bonitas y divertidas que vamos haciendo o que han recibido y así de seguida se miran las cosas desde otra perspectiva.
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