Después de mis 8 primeros cambios:
1. Nunca enviaría a mis hijos a la guardería o al colegio
2. Utilizaría las Educajas desde el principio
3. Utilizaría los bits desde pequeños.
4. Me compraría una casa con jardín en el campo.
5. Contrataría algún científico loco para hacer experimentos con mis hijos.
6. Haría más fotos de sus trabajos CON su carita.
7. Empezaría con Charlotte Mason desde el principio.
8. Hacer un listado de todos los libros leidos por niño
Os presento mi noveno cambio.
9. Empezar desde pequeños con la rutina semanal "comete un cuento".
La idea de relacionar un cuento con una comida también me llegó tarde. Yo lo llamaba "comete un cuento"y venía de otra mamá homeschooler que había adaptado la idea anglófona de las meriendas relacionados con algún tema o cuento.
Esta mamá llegó a publicar varios, yo solo conseguí 3.
Creo que la combinación entre mi nulidad en la cocina, que nosotros no merendábamos y que mis hijos ya eran algo mayores para cuentos infantiles hizo que todo resultó bastante pobre.
Pero la idea de relacionar cuentos infantiles con alguna receta siempre me ha gustado, por mucho de que no me guste la cocina.
Me hubiera gustado empezar antes con esta idea y hacerlo con los libros ilustrado tan preciosos que hay para niños pequeños, pero también me hubiera gustado ser un poco más constante y haberlo probado más en el momento que lo conocí aunque mis hijos ya eran algo más mayores. Creo que con un poco más de imaginación y pidiendo más colaboración de su parte, nos podían haber salido ideas muy divertidas.
Buscar un libro cada semana y relacionarlo con una receta debería de haber sido posible y quizás yo hubiera aprendido algo más de cocina yo jejeje.
2 comentarios:
Hola. qué interesante lo de 'cómete un cuento'... no se me habría ocurrido nunca y es fácil de llevar a cabo... seguimos en contacto
Pues sí Marta, a mi también siempre me gustó la idea y mira que la cocina no me gusta jajaja. Un abrazo.
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