¿Guardar o no guardar?

La semana pasado, empezando a organizar el curso me he puesto también a remover armarios y cajas de material. Es increíble lo que uno consigue guardar a lo largo de los años.

Yo en principio soy del tipo que lo guarda todo, pero llega un momento en que no puedes guardar ya más cosas. Los armarios son como estas cajas de donde te salta la sorpresa cuando las abres y ya no cabe nada más. Entonces sabes que es hora de hacer limpieza..... y madre mía lo que cuesta hacer limpieza entre los trabajos de tus hijos e imprimibles que sacaste y nunca hiciste.......

¡¡ OH, Mira este dibujo!! Lo hiciste cuando tenías 8 años!! ohhh qué bonito....

Y entonces viene la pregunta ¿Lo guardamos o no lo guardamos?

No soy nada del estilo Marie Kondo pero al menos intento huir del síndrome de Diógenes, así que hay que deshacerse de trastos. No se puede guardar todo.

Entonces empieza la dura tarea, tanto física como psíquicamente de ordenar y clasificar.

1. Papeles sueltos.

De los papeles sueltos no guardo prácticamente nada. Son muy incómodos para guardar y no suelen tener mucho valor sentimental. Sí que para cada uno de los chicos tengo una bandeja en la cual voy poniendo durante el curso ciertos papeles sueltos de algún valor especial, algún dibujo que ha salido mejor de lo normal o que era especial por alguna razón, algún escrito especial etc.... Luego repaso junto con ellos qué papeles quieren guardar y cuales no les son importantes..... Por lo demás, papeles de ejercicios varios van todos a la basura.
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2. Libros.
Para los libros ya es más complicado decidir si guardar o no guardar. Pero a estas alturas también ya he aprendido que no se pueden guardar todos los libros por muy bonitos que sean o por mucho que nos hayan gustado. Los libros de texto o típicamente escolares, es fácil. Si se han pasado los curos, estos se regalan a quien las pueda hacer servir. Por lo demás solo guardo 4 clásicos y algunos libros de temas que tienen especial interés para mis hijos como libros sobre las guerras que le gustan mucho a mi hijo mayor o libros tipo puzzles y acertijos que le gustan más a mi hijo menor. Pero todos los libros infantiles y juveniles poco a poco han encontrado mejor vida en alguna otra casa, proyecto educativo o biblioteca. Tirar, no se tira ninguno, pero sacarlo de mi casa, sí que lo hago.

3. Material educativo.
Esta categoría es una de las que más me cuesta desprenderme. Soy de las que son capaces de guardar cosas para los nietos. Pero llega un momento en que hay TANTO material y tan poco espacio que hay que hacer un planteamiento y seleccionar entre lo que realmente podría servir para los nietos y lo que mejor utilicen otros niños durante todos estos años.
Por esto la gran mayoría de material educativo lo he ido donando a una escuelita donde conozco otros niños que han sido homeschoolers y aunque a veces me duele en el corazón desprenderme de según qué material que compré con tanta ilusión o que fabriqué yo misma o incluso los chicos mismos, pienso que este tipo de material estará mejor cuando está usado por otros niños y no guardado en alguno de mis armarios durante años y años.
Algunas cosas que he ido regalando son por ejemplo este juego que hizo mi hijo menor y este otro. ¡Son tan bonitos! Qué os voy a decir yo!! ¿Pero qué sentido tiene guardar y guardar si no hay ningún niño que juegue ya con ellos? Es como si un carpintero no quiere vender ninguno de sus muebles.... porque como los ha hecho él mismo.... Mi hijo mismo ha estado de acuerdo en donarlos y creo que es la mejor opción.
El año pasado hice una gran donación a esta escuelita y este año otra vez. Aún tengo más cosas.... lo reconozco.... demasiadas cosas he ido acumulando.... Pero no me puedo desprender de todo de golpe. Es un proceso. Te vas dando cuenta que aquello lleva años y años en el armario y vas viendo que los chicos crecen y tiene otros intereses y entonces cuesta menos desprenderse :).

4. Trabajos de los niños.
Otra categoría tan difícil para desprenderse. Yo lo guardaría TODO. ¡Mira, aquí hizo una rallita en rojo!! ¡Y aquí en amarillo! ¡Y aquí escribió la A !....
Pero ya lo sabéis... no se puede. Aún así creo que es importante guardar algunas cosas y darles importancia a sus trabajos. Una cosa es guardarlo todo y otra cosa es tirarlo todo el día después de que lo hayan hecho.
Tengo la casa llena de figuritas, cuadros y manualidades hechos por mis hijos y la gran mayoría seguirá allí durante muchos años más. Pero algunos se han deteriorado, o nos hemos cansado y entre todos hemos decidido de tirarlo o donarlo.

Para tener un buen recuerdo de todas estas cosas que han ido haciendo o que hemos ido haciendo, la mejor decisión que tomé en su día fue empezar este blog. Gracias a este blog he hecho fotos de tantos trabajitos e incluso de actividades que ni siquiera se pueden guardar. Pero en este blog tengo un recuerdo de todo esto y encima.... No ocupa espacio!!! Bueno, algo sí, porque lo voy imprimiendo y 10 años de fotos y reflexiones.... algo de espacio ocupan jejeje.

Por esto la mejor manera para tener un recuerdo de muchas manualidades o trabajitos es hacerles fotos antes de desprenderse de ellos. Un bonito recuerdo que también le hice a mi hijo mayor al "graduarse" y que haré también a mi hijo menor cuando cumpla los 18 es este album de recuerdos de su vida "no escolar" ;).

Pero hay algunas cosas que creo que siempre guardaré y que dan una buena impresión de todo lo que hemos hecho.
- Los lapbooks. Son estos trabajos que en poco espacio representan un gran trabajo y un gran aprendizaje. Además son bonitos y coloridos. Los tengo guardados todos y seguramente aún para muchos años....

- libreta de dibujo. Si tenéis niños pequeños os aconsejaría de empezar una libreta así y dejarlos que dibujan allí de vez en cuando poniendo la fecha. Es tan bonito ver la evolución en los dibujos y es una manera fácil y ordenado de guardar una buena representación de sus dibujos.

- cartas. Mis dos hijos han tenido aún "penfriends" con los que escribían cartas de verdad. Los tengo guardados en una carpeta y luego ellos mismos harán con ellas lo que quieran.

- Libretas compartidas. Cada uno tiene sus dos libretas guardadas. Tenemos una en Castallano y una en Holandés. Aunque la mayoría de trabajos en estas libretas son de otros niños, son todos sobre un tema que ellos mismos eligieron y que era de su interés. Es un recuerdo muy bonito de un trabajo conjunto con otros niños.

- Cuaderno de campo. Tengo los dos guardados. No lo llenamos, pero hay algunos trabajillos muy bonitos en ellos.

- Anuarios. Los hicimos durante dos años y son un recuerdo muy bonito.

- Diarios de verano. Los dos tienen diarios de varios años y son preciosos recuerdos la verdad.

- Las superlibretas: Los fui rellenando para cada uno durante 6 años y son otro de los recuerdos que creo que aún quedarán con nosotros muchos años.

- Libretas de escritura libre. También tengo algunos para los dos. Aunque mi hijo menor tiene menos y alguna con muy poca cosa porque nunca le ha gustado escribir. Pero aún así son un bonito recuerdo.

- Libreta de poesía. Fue nuestra manera de hacer poesía con CM y hay ilustraciones muy bonitas.

- Libreta de narración: Se ve que no tengo entrada en el blog específicamente sobre esta libreta, pero en la entrada sobre la caja de narración menciono la libreta al final. Es una libreta donde enganché sus dibujos de narración, apunté la frase que decían o enganchaba alguna foto de una representación que habían hecho. No tiene mucho la libreta porque la narración es justamente una actividad sin papel. Pero en esta libreta tengo una pequeña representación de la narración y los libros leidos que fueron, de manera oral, una gran parte de nuestra forma de aprender.

- Libreta de estudio del arte.

Y así parezco la chica de las libretas jajaja. Pero para nosotros ha sido siempre la mejor manera de guardar nuestros trabajos. Aunque la mayoría de libretas no se acabaron, sí que representan gran parte de lo que hicimos y en estas libretas se resume bastante bien todo nuestro trabajo.
Es una forma sencilla de guardar al menos algunos recuerdos en papel después de hacer una gran limpieza.