Mi instinto materno me dijo que hacía demasiado frío y que tenía que esperar hasta el verano, pero los papás tienen el instinto diferente así que como papá estaba en casa esta semana, se pusieron a montar la tienda con papá.
Durmieron 3 noches en la tienda montada en la terasa.
El perro durmió con ellos como guardián, está claro, hay que estar protegido por si acaso.
Y de día era un rinconcito ideal para seguir leyendo.
¡Qué bueno! Está claro que los niños no sienten el frío igual que nosotros, jajaja.
ResponderEliminarMe han entrado ganas de ir de cámping... A ver si en abril ya nos animamos.
Besos
Gemma