La aventura de dos chicos y su EeF. Simplemente nuestro día a día.

En este blog cuando hablamos de EeF hacemos referencia a Educación/Enseñanza/Escolarización en Familia.

sábado, 1 de diciembre de 2012

Muy bien hijo mio.

Hace tiempo que sigo un blog muy interesante: B aprende en casa,  que aunque la autora (Maribel) tiene un hijo mucho menor que los míos, sí que me gusta seguirlo porque de vez en cuando me hace pensar y hace reflexiones muy interesantes.

Hace poco sacó dos entradas que creo que tienen mucha relación entre ellos, porque las dos entradas hablan del QUÉ le decimos a los niños, mientras que en los dos casos yo  (y Maribel parece que también) he llegado a la conclusión de que es más importante el COMO lo decimos que no el Qué decimos.

La primera entrada hablaba sobre si puedo decir que mis hijos son MIS hijos. Podéis leerlo en el blog mismo. Llegamos a la conclusión de que si se dice con respeto sin intención de propiedad, se puede decir perfectamente que son MIS hijos.

La segunda entrada me pareció aún más interesante y habla sobre si podemos decir a nuestros hijos si algo está "bien" o "muy bien". Es un tema que sale a menudo en los blogs de crianza y educación y hay mucha gente que cree que no se les puede decir "muy bien" a los niños porque les estaríamos condicionando a que siempre buscaran nuestra aprobación.

Yo es algo que nunca he entendido del todo. Nunca he estado muy de acuerdo con esta teoría de que no se puede alabar a los niños cuando hacen algo realmente bien.

Y creo que el problema está en si somos sinceros o no con los niños. Por esto creo que es más importante el COMO lo decimos que no el QUÉ decimos.

Creo que los niños saben perfectamente cuando un "muy bien" es exagerado o poco sincero. A veces se sienten estos "muy bienes" por la calle y algunos dan pena.

Acabo de leer en el Big book of Unschooling de Sandra Dodd, algo relacionado con ello y es de no utilizar nunca la voz "caniche" con los niños. Creo que mucha gente lo hace. No sé porqué, pero cambian su voz cuando hablan con los niños "ay, mi niño, qué bien que lo has hecho"..... y suena más falso que yo qué sé. A los niños hay que hablarles en tono normal y no como si estuviéramos hablando con un perrito. Algunos padres realmente parece que están educando a un perrito en vez de a un niño.

Pero también creo que los niños saben cuando algo está realmente "Muy bien" y entonces creo que para el niño puede ser raro si su madre no le diga nada al respecto y puede pensar: "hombre, lo he hecho fenomenal, me encanta, pero mi madre ni se ha dado cuenta...."
Yo sinceramente creo que allí algo no cuadra. Creo que es muy triste para un niño si su madre (o padre) no le celebra sus logros.
Yo muchas veces se lo digo a mis hijos: yo digo las cosas tal como son: cuando están bien, lo digo y cuando está mal también lo digo. Y es verdad, también lo digo.
A ver, hay maneras y maneras de decir que algo está "mal". Pero yo no le puedo decir a mi hijo que un problema que acaba de hacer está bien, cuando está mal. También hay una gran diferencia en decir que lo que acaba de hacer no me ha gustado que no decir que "tu eres malo". Los niños NUNCA SON malos, pero desde mi punto de vista creo que a veces hacen cosas que no están aceptados en convivencia. Si se pelea con su hermano no me voy a quedar sin decir nada, se lo diré que esto o lo otro no se hace. Él no es malo, pero lo que ha hecho, sí que lo es y me gustaría que intentara de no volver a hacerlo.
Y si un ejercicio está erróneo, no le voy a decir que está muy bien.

A mis hijos no les gusta mucho pintar (con colores) y yo más de una vez les he dicho que a mi me hubiera gustado más con colores. Pero lo he dicho de lo más normal del mundo. Como informando. Han pasado olímpicamente de mi y siguen sin pintar casi nada jajaja, pero saben que a mi me gusta más con colores.

Igual que no utilizo la voz "caniche" para decir que algo está "muy bien", tampoco saco la "voz de monstruo" para decir que algo está "muy mal". Informo.

Yo le digo que como madre tengo también derecho a dar mi opinión y no todo me tiene que gustar, igual que ellos tienen el derecho a decir que algo no les gusta, yo también tengo este derecho. De hecho, todo el mundo tiene este derecho siempre y cuando lo dice con normalidad y sin desprecio.

A lo mejor aprendo a no decir nunca más "muy bien" a mi hijo, pero con la cara de iluminada estoy haciendo exactamente lo mismo. Como si el niño no es lo suficientemente listo para buscar la cara iluminada de su madre.

A lo mejor no digo nunca "uf, esto a mi no me acaba de gustar" pero pongo una cara de a saber qué o no cuelgo este dibujo y sí cuelgo el otro. Como si el niño no estuviera lo suficientemente listo como para no distinguir una cara de otra de su madre, una voz de otra de su madre o un gesto de otro de su madre.

No creo que los niños son tan fácilmente "engañables" en que tenemos que entrenarlos en decir esto y no decir lo otro.

Creo que lo único en lo que tenemos que entrenarnos (o no, si ya lo somos) es ser siempre sinceros, respetuosos y tolerantes con ellos y los demás, digamos lo que digamos. Darles un trato respetuoso.

A veces tenemos tendencia de hablar "diferente" a los niños.Como si fueran "menos" persona o "diferentemente" persona que los adultos. Son niño, pero merecen el mismo respeto.

Yo creo que si un adulto ha hecho un cuadro estupendo, se lo diríamos: "oye, te ha quedado de maravilla." Y no nos estaríamos planteando si con esto le cortamos o no su creatividad futura. Si es un comentario sincero, él lo notará y lo valorará.

Por otro lado, si no nos gusta, como mucho, nos callaremos por educación o se lo diríamos educadamente: "pues este me gusta menos". Hay gente que sabe valorar una crítica sincera. Además creo que es una habilidad muy valiosa.

Un artista con poca gracia tampoco venderá mucho, por mucho que su madre le haya dicho "muy bien" a todos los dibujos que hizo de pequeño. Creo que para esta persona quizás su madre le hubiera hecho un favor más grande en decirselo claramente. Aunque también estoy de acuerdo que cada uno es libre de hacer lo que quiere y si uno que no sabe pintar quiere pintar y está feliz pintando, pues que pinte.

Creo que los niños se merecen el mismo trato que aquel que daríamos a otros adultos. Un "fantástico" cuando lo es realmente y un respetuoso "a mi no me acaba de gustar" cuando así es. Además también es diferente decir "a mi no me acaba de gustar" que decir "no es bonito", porque puede ser que a mi no me gusta, pero a otro sí. Solo hay que mirar según qué arte para entender la diferencia de gustos. Y todo el mundo tiene derecho a gustar una u otra cosa sin destrozar o menospreciar lo que no le gusta.

Respecto al "muy bien" ante algo que a nosotros nos ha ayudado o que nosotros queríamos que hiciera, puede ser algo diferente, pero creo que en el fondo es lo mismo. Algunas teorías dicen aquí que lo hacemos para "moldear" el comportamiento del niño. Sin embargo creo que aquí otra vez simplemente la sinceridad es la clave. Si un adulto nos ayuda a recoger o nos ayuda en un trabajo, es generoso con nosotros o nos da un regalito...... ¿No le diremos gracias? ¿No le diremos que nos ha sido de gran ayuda? ¿Nos callaremos sin decirle nada, como si no hubiera hecho nada porque pensamos que tiene que estar contento él mismo con lo que ha hecho? Yo creo que lo último sería de muy mala educación.

Si alguien realmente nos ayuda, le damos las gracias sinceras. Al menos yo lo hago. Si alguien me da un regalo, un detalle, me ayuda etc... yo le doy las gracias. Entonces yo nunca he entendido bien porqué a los niños no se les tiene que dar.

Si yo estoy recogiendo y mi hijo me ayuda, yo le doy las gracias y le digo que ha sido de gran ayuda. Si le pregunto si quiere vaciar el fregaplatos y lo hace, le doy las gracias, incluso le doy dinero por ello, porque con el mayor tenemos un pacto así. Pero no está obligado a hacerlo. Si no lo quiere hacer, lo hago yo y todos igual de contentos. Él sabe que a mi me gusta cuando lo hace, pero no por esto siempre lo hace. Tiene la libertad de escoger y si lo hace le pago y le doy las gracias.

El problema está en que a veces los adultos queremos "utilizar" a los niños para hacer las cosas que nosotros no queremos hacer. Creo que allí aparece el problema. La habitación está llena de juguetes y hay que recoger. Entonces se le pide al niño que recoja y si lo hace se le dice un "ay que bien que lo ha hecho mi niño" además con voz de "caniche". Horrible.Creo que esto es muy diferente. Aquí estamos hablando de un chantaje puro. Al adulto no tenía ni chispa de ganas de recoger y se lo ha pasado al niño.

Si queremos recoger la habitación, lo hacemos nosotros mismos, pero yo no creo que por esto no le podemos pedir una ayuda sincera al niño. O se lo podemos decir claramente: oye hijo, a mi me molesta mucho que la habitación está así, yo ahora no me apetece nada hacerlo ¿Tú lo podrías hacer?

Entonces, si lo hace le damos las gracias, faltaría más creo yo, porque nos ha ayudado realmente, y si no lo hace pues nos aguantamos porque la elección tiene que ser LIBRE para el niño. No es que queremos moldearlo y conseguir que lo haga, sino que es una pregunta real y sincera como haríamos a nuestro compañero de piso ¿Lo quieres hacer? Tienes libertad en decir sí o no. Nada más.

Lo que molesta enormemente y creo que todos lo hemos visto alguna vez y que creo que es muy perjudicial es cuando el niño dice NO, que entonces viene el comentario (además con voz "caniche"): "oh, qué lástima, esto sí que me pone muy triste" o incluso cosas como "¿Entonces no quieres a la mami y no quieres ayudarla".... o cosas peores.....

Chantaje emocional puro y duro y se hace.

Resumiendo, yo creo que ser honesto y sincero es lo más importante, sin voz de "caniche" o chantajes. Trato respetuoso como nos gustaría que nos trataran a nosotros mismos. Un "gracias" sincero, una petición sincera o un "muy bien" sincero. Yo creo que es esto lo que se merecen los niños.

Os felicito si habéis leído hasta aquí. Me cuesta mucho expresarme en estos temas con pocas palabras. Sobre todo porque no creo en los blancos o negros y que "todo depende" por esto necesito muchas palabras para explicarme bien...... no sé si lo consigo.

Pero todo esto viene porque la entrada de Maribel me he hecho reflexionar doble.

Mi hijo mayor está a punto de hacer unos exámenes. Sus primeros exámenes en más de 5 años. Bueno, realmente sus primeros exámenes en su vida. Entonces yo he pensado, el día que nos digan alguna nota de estos exámenes y los ha aprobado ¿Yo no le podré decir "muy bien hecho"? ¿No podré celebrar con él sus logros y sus éxitos? ¿No le podré dar un abrazo gigantesco y decirle: estoy orgullosa de ti?

Alguno quizás pensará que no lo podré decir, que a partir de entonces dependerá de la aprobación de los demás.

Pero yo tengo una cosa muy clara y por esto puse el titulo. Sé que estas Navidades diré en más de una ocasión: ¡¡¡¡Felicidades hijo mio!!!!


8 comentarios:

Maribel dijo...

¡Qué bueno Marvan!
Me encantan tus reflexiones y me encantan tus conclusiones.
Leyendo opiniones en ambos sentidos y fijándome en mi propio proceso desde que empecé a leer sobre estas teorías de lo perjudicial que es decir "muy bien" y comencé a plantearme cosas, esta es la conclusión a la que yo he llegado y lo que he podido ver en mí misma y en los demás: felicitar y halagar ante un logro o algo bien hecho nos sale de una forma automática y espontánea. En cambio no hacer un juicio positivo (así lo llaman) es algo que requiere un esfuerzo y una concentración, y estar muy alerta para no hacerlo.
Entonces... ¿aquello que nos sale de forma natural no será realmente lo normal? ¿no será una necesidad de las personas el felicitar o ser felicitado cuando se consigue algo?
Si todos y todas tenemos que hacer un trabajo interior muy grande para no decir "muy bien", entonces quizá estemos yendo en contra de nuestras naturaleza porque si no no sería tan difícil.

Me ha gustado mucho leerte.
Saludos

Lidia dijo...

Pues yo soy de las que si dice MUY BIEN, pero no solo a mis hijos, se lo digo a todo el mundo cuando algo me gusta. Igual que te lo digo a ti ahora. Marvan, me ha encantado tu entrada.
También soy de las que dice las cosas que no me gustan y, también no solo a mis hijos, también se lo digo a todos aquellos que me preguntan (si no me preguntan me callo, jeje)
Otras veces, muchas, doy las gracias, según qué casos y aquí si me he encontrado alguna vez con mi hijo mayor pidiéndome que le de las gracias por hacer alguna cosa que, desde mi punto de vista, no necesitaba agradecimiento, no se me ocurre ningún ejemplo ahora. Le doy las gracias y listo o, en su caso, le explico que no es necesario...
Sea como sea, bien dicho y con respeto todo vale desde mi punto de vista.
Un saludo

Ivett dijo...

Hola Marvan,

Cómo le decía a Maribel y tu misma pones creo que es cosa de intenciones y honestidad. Porque después de todo ¿que de malo tiene que los niños hagan algo de vez en cuando para complacernos? ¿Qué si ellos quieren hacernos felices por que eso los hace felices también? A mi me hace muy feliz hacerlos felices a ellos. Sin extremismos las alabanzas sientan bien a todos.

Saludos

Marisunflowers dijo...

Como quería comentar en los dos blogs (el tuyo y el de B aprende en casa, he deciido compartir mi punto de vista en mi blog. Aquí está el hipervínculo de la entrada, si te apetece leerlo: http://mamavaca.blogspot.com.es/2012/12/bien.html?m=1

Marvan dijo...

Gracias a tí Maribel para sacar el tema. Ya te dije que no suelo sacar yo misma estos temas, pero me gusta reflexionar sobre ello ;).

Lidia gracias ;) igualmente para comentar.

Ivett, también estoy de acuerdo en que no hay nada malo en hacer algo para hacer feliz a otro... faltaría mas.

Marisunflowers. Gracias por compartir tus reflexiones en tu blog. Los he ido a leer y lo has sabido decir en pocas palabras, cosa que yo no consigo jajaja. Gracias!!!

Anónimo dijo...

Hola Marvan, yo tambien soy de las que opina que hay que felicitar por las cosas bien hechas, a todos nos gustan. Pero lo que no entiendo muy bien es que a tu hijo mayor le pagues por ayudarte a hacer algo en las tareas de la casa ¿no es algo en lo que ellos tambien deberian de colaborar? asi lo veo yo por lo menos y es lo que intento transmitirle a mis hijos. Me han gustado mucho tus reflexiones. Saludos!

Anónimo dijo...

Soy Maria, no me coge el nombre

Marvan dijo...

Tienes razón Maria, pero nosotros lo planteamos de esta manera:
Ellos tienen algunas tareas que tienen que hacer en casa desde pequeños y nunca les pagamos por ello, son la colaboración natural por vivir en familia creemos.
Pero llegó un punto en que mi hijo mayor empezó a pedir paga y a mi nunca me ha gustado la idea de "paga, como si cayera del cielo" A nadie el dinero nos lo dan así por así.
Por esto llegamos a este trato. Hay algunas tareas "especiales", "extras", que él voluntariamente puede hacer y si lo hace le pagamos. Y esta es su paga.
De echo, yo tengo una señora que viene un día a la semana a limpiar y también la pago. Mi hijo ya alguna vez me ha dicho que él hará su trabajo y que le pague a él jejeje. Así que, no es que le pago por ayudarme, le pago como si fuera a otra persona que me viene a trabajar jejeje. Espero haberlo explicado bien.
Sin embargo sé que es un tema que muchas familias solucionan de otra manera. Creo que el tema de tareas, pagas y demás cada familia lo debe de solucionar como ellos mismos mejor se sienten porque no creo que haya una solución buena única. Cada sistema tiene sus pros y contras y es valorar lo que es más importante para tu familia.

POR CIERTO!!!! ¿ERES LA MARIA DEL SORTEO??????? (mira el post del lunes pasado)
Dime algo porque no sé qué Maria eres!!!!!!!!!!!!

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