La aventura de dos chicos y su EeF. Simplemente nuestro día a día.

En este blog cuando hablamos de EeF hacemos referencia a Educación/Enseñanza/Escolarización en Familia.

lunes, 23 de mayo de 2011

Enseñar en familia sin sentirse culpable

Estos días han salido varios post sobre métodos, metodologías, cómo hacer la enseñanza en familia, qué sistema será el mejor y si debería de hacerlo como allí o como allá. ¿Aquella mamá lo hará mejor que yo? ¿Aquel ambiente será mejor que el mio? ¿Aquel niño estará mejor preparado que el mio?.... Las preguntas que nos hacemos todos a diario.

Hace un tiempo que descubrí un blog: Guilt-free homeschooling. Lastima que lo descubrí tarde porque lo actualizan poco ya, pero tiene posts muy buenos, como por ejemplo este o también este. Sin embargo lo que más me gustó era simplemente el nombre: Enseñar en familia sin sentirse culpable.

¿Culpable? ¿Me siento culpable?
Sí, a veces me siento culpable.
Culpable de si preparo mucho, de si preparo poco, de si castigo mucho, de si castigo poco, de si premio mucho, de si premio poco, de si enseño mucho, de si enseño poco..... culpable simplemente de hacer lo que hago, incluso de ser como soy.
¿Me tengo que sentir culpable?

El post de Madalen sobre "What's in a name" me hizo pensar sobre lo mismo.
¿Me tengo que sentir culpable por llamarlo "enseñanza" o incluso "escolarización"?
¿Los que insisten en el nombre "educación" lo harán mejor? ¿O se deberían de sentir culpables ellos por hacer poco? ¿Será malo hacer poco? ¿Será malo hacer mucho?

Hace poco puse un post sobre "mis" estimadas y odiadas cajitas. Y lo sabía cuando lo preparaba: voy a asustar al personal.
¿Me tengo que sentir culpable por utilizarlos y que nos vayan bien? ¿Me tengo que sentir culpable por llenarlos poco o mucho? ¿Los que no las utilizan se tendrían que sentir culpables porque a mi me van bien y a ellas no? ¿O porque yo las utilizo y ellas no?

Lo confieso, soy adicta al material educativo, me encanta, me fascina, me encanta hacerlo, me encanta ver que mis hijos lo utilizan, me pongo super contenta cuando encuentro una ganga.
¿Me tengo que sentir culpable? ¿Estaré sobre-estimulando a mis hijos? ¿Les estaré limitando en su propia búsqueda de recursos y materiales?
¿O serán culpables las demás mamas por no tener todo este material? ¿Por no preparar estas actividades para sus hijos? ¿Por no preparar un ambiente educativo?

¿Qué teoría me tengo que creer?
¿La que dice que no puedo preparar cosas porque estaré limitando su propia búsqueda de recursos?
¿O la que dice que los niños aprenden por imitación y si yo preparo ellos imitarán y buscarán también sus propias cosas para preparar?
¿Y si simplemente es que tengo que creerme las dos y ninguna de las dos? ¿Las dos tienen razón pero ninguna de las dos tiene la verdad absoluta?

A lo mejor tengo que preparar para dar ejemplo siempre y cuando dejo espacio para descubrir sus propias cosas.

O a lo mejor simplemente no hay esta ÚNICA manera correcta de hacer la EeF. No, SEGURO que no la hay.

Después de casi dejar de dormir algunas noches he pensado mucho en el título de aquel blog: NO sentirse culpable.

Y creo que es el punto clave.

NO, no me tengo que sentir culpable por construir todo el material del mundo y más si a mi me gusta, si es como soy. No hace falta que me aficione ahora a los peces si a mi los peces no me gustan.

NO, no me tengo que sentir culpable por utilizar las cajas, si a mi me van bien y nos ayudan. No hace falta que pase al unschooling si a mi me da inseguridad y no es como soy.

NO, no se tienen que sentir culpables las demás mamas por no tener su casa inundada de materiales si les agobia tanto material y si al niño le estressa tantas cosas. No hace falta todo este material si ellos pueden funcionar perfectamente sin ello y si es como son.

NO, no se tienen que sentir culpables las demás mamas por no utilizar las cajas si les agobia pensar en la programación y la estructura. No hace falta cajitas si ellos funcionan perfectamente sin ellas y si se agobian con.

Pero me debería de sentir culpable si las cosas NO funcionan, si las cosas no van bien y si no estoy dispuesta a un cambio. Si me agarro a algo que no nos va bien porque "se dice que es lo que hay que hacer", porque aquel libro lo demuestra tan bonito pero a mi no me funciona ni a los niños les va bien. Entonces me debería de sentir culpable y tendría que estar dispuesta a un cambio.

Me debería de sentir culpable si quiero copiar a aquella mama que yo pienso que lo hace mejor que yo, pero que no va conmigo, que es contra mi manera de ser, que es contra mis convicciones. Me debería de sentir culpable si quiero ser quién no soy, si dejo de ser quién soy. Porque tarde o temprano colapsaré, no se aguantan las cosas artificiales, solo se aguanta lo auténtico.

Y también me debería de sentir culpable si quiero que mis hijos sean como los hijos de la otra mama, si quiero que ellos sean lo que no son, si quiero que hagan más de lo que puedan o igualmente si dejo que hagan menos de lo que puedan.

Entonces me tendré que sentir culpable.

Pero con cajas o sin cajas, con material o sin material, con planificación o sin planificación.... nuestros hijos tienen la mejor mama del mundo porque para esto es su mama. Es la mejor cuando esta mama es ella misma y cuando ayuda a sus hijos a ser ellos mismos, cuando disfruta con ellos en lo que hace, cuando no quiere ser otra mama, pero cuando simplemente es ella misma.

Cuando copia con alegría aquella idea fantástica, no simplemente porque parece fantástica en la foto y en el blog pero porque sabe que va perfectamente con ella y con sus hijos, cuando es lo que iba buscando y que disfrutará haciéndolo.

Cuando deja de lado aquella otra idea fantástica pero que simplemente no va con ella ni con sus hijos por muy buena y fantástica que sea, pero que lo haría simplemente porque piensa que "toca hacerlo así" y lo haría agobiada, frustrada y sin convicción.

Los niños notan esto. Los niños nos conocen, ellos saben como somos y saben si hacemos algo con alegría o si lo hacemos "porque toca" o porque "pensamos" que toca o si por lo contrario lo hacemos realmente porque estamos convencidos de que es la mejor manera para nuestra familia.
Ellos quieren la mama que tienen y punto, la mama tal como es sin que tiene que sentirse culpable por ser quién es y desde luego esta mama no será perfecta, pero ellos ya saben esto, ni siquiera la quieren perfecta porque esto significaría que ellos también tendrían que ser perfectos y esto asustaría mucho.

Si nosotros somos como somos, actuamos como somos y nos aceptamos como somos con nuestros puntos fuertes y débiles, pero dispuestos al cambio cuando está en nuestras manos y cuando es para mejor, también les enseñaremos a ellos a ser como son, a aceptarse como son sin querer ser como otro pero con ganas de esforzarse para mejorar.

No hace falta ser perfecto, no hace falta ser como otro, incluso sería equivocado querer ser como otro. Y a veces es lo más difícil, aceptarse uno mismo como es y actuar en sintonía con sigo-mismo aceptando y respetando a su retoño.

Simplemente hay que sentarse y preguntarse ¿vamos bien? ¿estamos llevando este proyecto en armonía con quién somos y con nuestras convicciones? ¿Estamos caminando el camino que queremos caminar?
- Si la respuesta es no, hay que aceptarlo y estar dispuestos a un cambio e incluso dejar de lado ideas o opiniones que parecían tan fantásticas.
- Pero si la respuesta es sí, hay que seguir adelante, por muchas ideas fantásticas o opiniones contrarias que haya por allí, es nuestro camino y de caminos hay muchos para llegar al mismo sitio.

2 comentarios:

Laura dijo...

Tu post me pareció brillante Marvan.

Sabes... creo que el tema de la culpabilidad viene de la mano con la inseguridad. Y es muy difícil no tener momentos de inseguridad en el día a día, porque no hay caminos trazados ya que es una modalidad de educación nuevísima para muchos de los países a los que pertenecemos... en realidad una va con la intuición bajo el brazo tratando de ser perceptiva a las necesidades de los chicos y a las nuestras propias como mamás, como familia, y en base a eso hacer lo mejor...

Creo que es inevitable tener momentos de inseguridad y por ende sentirnos culpables, pero bueno, esos momentos pueden servirnos para re-analizar cómo vamos, si nos está resultando el camino que elegimos, si hay cosas que cambiar...

Bravo por esta entrada!!!! con tu permiso, voy a enlazarla con mi blog.

Un gran abrazo!!!!!!

Marvan dijo...

Gracias Laura, Claro que la puedes enlazar en tu blog.

Y tienes mucha razón, va ligado con la inseguridad, no había caído en esto pero tienes completamente razón. Porque si te sientes segura, no te sentirás tampoco culpable. Incluso si te equivocas pero vas segura, es más fácil rectificar y aceptar cualquier error.

Muchas gracias!!!

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